12 - Danniel

Capítulo 12

Danniel

-Señorita  Sophi- Llamó Nana, la criada, mediante un interfono- La están llamando al teléfono…

-¡¿Quién?!¡Ni un baño tranquila me dejan dar! No estoy para nadie, ¿Entiendes?- contesto, la repelente rubia, de mala gana. Quería relajarse, no ver a nadie en esos momentos. Hoy era su cumpleaños y debía estar perfecta durante todo el resto del día. Cumplía 18 años, era un fecha muy importante, tenia pensado dar una gran fiesta ese fin de semana. Los 18 eran algo muy importante, una fecha que marcaba. Todo el mundo vendría, incluso su familia más lejana que llegaba esa tarde para una gran cena familiar.

-Señorita-volvió a decir Nana pero, esta vez, golpeando suavemente la puerta y abriéndola un poco- siento mo…molestarla…pero insisten en hablar con usted…

-En fin…¿Quién es? – preguntó Sophi, levantano una rodaja de pepito de uno de sus ojos.

-Su padre, el señor Delacro-contesto tímidamente la criada alargando la mano con el teléfono.

-¿MI PADRE? Y porque no me lo has dicho antes ¡Inutilidad de servicio!- Exclamo prácticamente  saltando fuera de la gran bañera.

-¡Papiii!¡papi!¡papi!- saludó alterada.

-Soo, mi amor, felices 18.

-Gracias, ya veras que cena, he invitad a todos. Vienen hasta los primos de Austria y “mamá” va a venir con su sexto marido, un torero español ¿A que hora llegas? Sobre las cinco o asi le entendí a la tía Azura, que por cierto, su bebé cada dia es más mono, ya verás cuando le conozcas, ya tiene dos meses y cada día es más guapo, se nota de que familia viene. Y cuando vengas podemos ir a la playa y podemos ir mar adentro con el yate, también podemos ir a buces…y tam

-Sophi, no voy a ir – la corto su padre

-¿QUE?- No se lo podía creer, ¿otra vez más?

-tengo que trabajar y llegó ayer a Paris la señora Varbue y, ya sabes que es un importante cliente…

Colgó el teléfono, arrojándolo bruscamente sobre uno de los sillones de su habitación. ¿Cómo podía hacerla eso? Sabía que ese momento era muy importante para ella y, ni en esta ocasión podía estar con ella. Nunca estaba, ella a penas era capaz de recordar un cumpleaños con él. Hasta su madrastra, la segunda mujer de su padre, venia al dieciocho cumpleaños…

En la residencia de estudiantes del final de la calle, un chico rubio de ojoz color cielo y tez clara, está preparando una mochila. Mete, junto con un par de libros, una carta.

-¡Suuu!-saludó Lucia dándola un gran beso en la mejilla.- ¿Recibiste el e-mail de Sophi? Bueno, da igual. ¿Qué tal llevas historia? El examen va a ser una gran catástrofe…

-Chicas, dejad la charleta y a clase- era Don Lorencco que nos indicaba que entrásemos ya en el aula.

Entre risas se dirigieron hacia sus sitios, esperando que la clase de biología no fuera muy aburrida.

Ya habían pasado algunas semanas desde que Susanna empezó en el  Brishpat School, las cosas iban muy bien y, a excepción de Sophi, la cual estaba un poco celosa, la relación con el resto de compañeros era muy buena. En estas semanas Ángel y ella se habían empezado a llevar muy bien, eran inseparables.

El profesor de biología llegó un par de minutos tarde. Cuando llevaban cerca de media hora de clase, llamaron a la puerta.

-Perdone Don Antoine-saludó el director- ¿podemos pasar? Tengo que presentarle a la clase a un nuevo compañero, recién llegado.

-Si, si, por supuesto.

-Buenos días chicos-entró solo – bueno, como he dicho hay un nuevo compañero, llegará ahora mismo, ha ido un segundo al servicio. Viene desde Paris y va a estar aquí, en principio, solo durante el primer trimestre.

“Toc-toc” , llamaron a la puerta.

-Debe de ser el, adelante- un chico entró – Este es Florian

¿Flor…Flor…Florian? A Susanna todo le empezó a dar vueltas. Ese no era Florian, ese era…ese era… ¡Danniel! ¿Por qué estaba en Australia? Danniel era el hermano de Mario, de su Mario ¿Qué hacia ahí?